Desde su lanzamiento el BMW X1 ha sido visto como un “X” más pero en pequeño a pesar de que llegaba para convertirse en una alternativa premium al superventas Nissan Qashqai. En su gama no se encuentra todavía un deportivo X1M pero sí un motor de casi 260 CV, al que solamente hay que sumar una paquete estético exterior para tener lo que se denomina compacto crossover deportivo. Hartge propone un sencillo pero completo kit para ello.
En primer lugar el exterior del X1 cambia radicalmente gracias a la enorme boca refrigeratoria con unos labios inferiores de color plata. Su mayor tamaño coincide con la nueva configuración de los muelles de la suspensión que permiten acercar la carrocería al suelo en unos 3 cm. En el pack también van incluidas unas bonitas llantas de aleación de 20” “Classic 2” y cuatro tubos de escape cromados. Si uno quiere tocar el interior, hay varias opciones como unas alfombrillas de velour, un volante deportivo o un pedalier de aluminio
Si esperabais un X1 que superara los 300 CV os tendréis que esperar. Hartge añade a su lista de opciones dos kits de potencia pero que están dedicados a los dos motores menos potentes que funcionan con gasóleo, el del sDrive18d y el del sDrive20d / xDrive20d. Mientras que originalmente producían 143 y 177 CV, a partir de la preparación pasan a ofrecer 171 y 209 CV respectivamente. El de mayor potencia permite que el X1 alcance una velocidad punta de 229 Km/h.
Quizás no es de lo más “bravo” que nos haya puesto en bandeja Hartge, atrás quedan ese invento prematuro de M1 o el trasplante de el V10 del M5 al M3. De todas formas, es una opción más para poner el X1 al gusto propio.
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Solo te das cuenta de lo que tienes cuando lo pierdes.
