Me atrevo a afirmar que hay combinaciones de colores que perduran en el imaginario colectivo, bien porque han sido símbolos de la competición de una saga clásica (me viene a la mente ahora el verde y amarillo de Lotus) o bien porque han identificado a un coche muy popular. Así pasa con rojo y el negro que desde hace un tiempo han marcado a los Golf GTI.
El nuevo Audi R8 V10 de Wheelsandmore sigue este patrón de colores hasta el máximo extremo de que todo el superdeportivo, salvo las bandas traseras plateadas, es de color negro. Sus brillos no nos libra de mirar para sus llantas de aleación de 20” donde aparece un borde en color rojo pero que siguen siendo completamente negras. Están más realzadas gracias a que el coche está rebajado, hasta 4.5 cm con respecto al original. Lo mejor de todo es que su suspensión hidráulica permite eliminar esta reducción “en caliente”, por aquello de no dejarse algo en un bordillo.
Esta configuración de chasis también permite ajustar a gusto de cada cual los valores de rebote y compresión. Las ovaladas salidas de humos traseras esconden un sistema de escape en acero inoxidable realizado a mano que cuenta con una válvula de control manejada por la ECU. Esto significa que el escape tendrá un ajuste de sonoridad diferente según las revoluciones y el caudal de potencia que se exija desde el acelerador.
Un extra de caballaje nunca viene mal, unos 75 CV por ejemplo. Así salen 600 CV y 590 Nm de par máximo de los interiores del motor V10. A estas alturas de potencial poco importan las cifras, que tampoco tenemos, pero podemos tomar como referencia el Audi R8 V10 de ABT que con esta misma potencia supera los 320 Km/h y tarda menos de 4 segundos en alcanzar los 100 Km/h.
Nadie duda que un coche como el Audi R8 es blanco de muchas miradas pero más si cabe vestido con este “atuendo”. Habría que escucharlo “hablar” para ver qué tal se comporta el V10 con ese escape variable.
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