Igual que sucedió con el Charger 2011, Dodge ha escogido Las Vegas para darnos un buen anticipo del nuevo Durango antes de su debut oficial dentro de un par de semanas en el Salón del Automóvil de Los Ángeles. Y por supuesto, estando en el SEMA, Mopar se ha encargado de hacer los honores, dando unos sutiles retoques al todocamino en busca de ese toque diferenciador que se exige a todo vehículo expuesto en la feria. Eso sí, en comparación con el Redline Concept, este Citadel (el acabado más lujoso del Durango) resulta muy comedido, presumiendo únicamente de llantas de 22 pulgadas, una parrilla cromada algo exagerada y nuevos tubos de escape Corsa. Fuera de la vista, y aunque no aparece en el listado oficial, el departamento de accesorios del Grupo Chrysler también ha montado una suspensión rebajada, que imprime al Durango un aire más urbano
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