Más que un clásico, el Aston Martin de estas imágenes no es un DB5 cualquiera, es el auténtico Aston Martin DB5 de James Bond que Sean Connery pudo conducir en Goldfinger y Operación Trueno, dos de las entregas de la saga 007 protagonizadas por el Sir. Probablemente sea uno de los automóviles más emblemáticos del cine clásico, una joya única de museo que por primera vez en la historia se pondrá a la venta mediante subasta, estando previsto que se supere los 4 millones de euros.

Este Aston Martin DB5 es único en su especie, tan sólo se prepararon dos unidades para el rodaje de sendas películas, siendo éste el único que sobreviviera a las peripecias del agente secreto de ficción más conocido. Lo más sorprendente es que este deportivo de película está dotado de toda una serie de gadgets preparados por el experto en efectos especiales John Stears (Star Wars) y que en la ficción instala Q para facilitar el trabajo de 007


Según la subastadora RM Auctions este Aston Martin DB5 tiene integradas ametralladoras, escudo antibalas, una matrícula reversible accionable mediante un botoncito en la consola central, techo desmontable, un pulverizador que rocía aceite sobre la pista para deshacerte de tus perseguidores, garras que se despliegan de las llantas para rajar neumáticos y cristales tintados. Nos imaginamos que las armas serán de atrezo, pero ellos insisten en que todos estos sistemas son plenamente funcionales desde el puesto del conductor.

Aquí donde lo veis, este esplendoroso cupé británico se pasó sus primeros años después del rodaje de promoción, hasta que fue recluido en un almacén de Aston Martin / Lagonda. Entonces, un avispado locutor de radio se hizo con él en 1969 por unos 12.000$ de la época y lo atesoró como oro en paño durante los últimos 40 años. Por mucha pena que le dé a este hombre de deshacerse de su preciada máquina se alegra al pensar que los beneficios los destinará a su propia fundación caritativa enfocada a ayudar a gente sumida en la pobreza.
http://www.diariomotor.com/2010/06/02/e ... e-subasta/

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Solo te das cuenta de lo que tienes cuando lo pierdes.