Hyundai es dueña y señora de Corea del Sur, pero teníamos claro como el agua que de ninguna forma el Equus iba a quedarse recluido en su país natal mientras alemanes y japoneses seguían campando por sus altas en los segmentos superiores del resto del mundo. Menos aún, considerando la cantidad de millones que el fabricante invirtió en su desarrollo. El lanzamiento de su gran berlina de representación en Estados Unidos ya había sido anunciado hace unos meses, y ahora se presenta oficialmente en el Salón del Automóvil de Nueva York.
Frente al modelo surcoreano, el Equus estadounidense se distancia por la sabia elección de una nueva calandra protegida con barras horizontales, imitando el diseño de la versión limusina. También se ha cambiado el embellecedor alado del capó (sustituido por el escudo del modelo, que no esperábamos ver fuera de Oriente), pero aparte de esto el coche sigue fiel a las poco originales líneas del modelo original.
Como el Genesis, su punto de origen técnico, el Equus deja el accionamiento de su eje trasero a manos de un motor Tau 4.6 V8 de 385 caballos (homologación estadounidense) y una transmisión automática de seis marchas (más detalles técnicos aquí). También como el Genesis, el Equus no es lo que se dice un bellezón, pero viene equipado hasta arriba y promete un confort de marcha comparable al de cualquiera de sus rivales, gracias entre otras cosas a su sofisticada suspensión independiente con amortiguación neumática regulable. Donde no habrá comparación posible será en el precio: Hyundai América lanzará el Equus este verano a un precio que rondará los 55.000 dólares, 49.000 euros al cambio. Lexus tiene motivos para preocuparse.
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Solo te das cuenta de lo que tienes cuando lo pierdes.
